• Cuando Azorín parecía tener finalizada su brillante carrera literaria,
	septuagenario ya, redescubre el cinematógrafo y se
	lanza, con evidente fervor juvenil, a la contemplación de numerosas
	películas en las que encuentra un nuevo cúmulo de experiencias
	vitales, artísticas y literarias. Esta ?pasión de senectud?
	tendrá como resultado un centenar de comentarios periodísticos
	de temática cinematográfica
	que, a la vez, le permitirá
	aumentar su ingente obra en
	dos libros, El cine y el momento
	(1953) y El efímero cine (1955).
Azorín, cuyo verdadero nombre era José Martínez Ruiz, fue uno de los más
	grandes escritores del siglo XX y principal figura de la Generación del 98
	(movimiento literario que él mismo bautizó). En sus escritos trata de la eternidad y la
	continuidad, simbolizadas en las costumbres ancestrales de los campesinos.
	Autor también de crítica literaria que
	realiza en textos y ensayos como, El alma
	castellana (1900), Los pueblos (1904) o
	Castilla (1912), aunque se le reconoce
	sobre todo por sus novelas autobiográficas
	La Voluntad (1902), Antonio Azorín (1903)
	y Las confesiones de un pequeño filósofo
	(1904).
	En 1924 fue elegido miembro de la Real
	Academia Española. En 1946 se le otorgó
	la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X
	el Sabio.
	Sus últimos años los pasó recluido entre
	lecturas y paseos solitarios, animados
	por una tardía y vivísima afición al cine.
	Casado con Julia Guinda, ésta lo acompañó
	inseparablemente a lo largo de tantos años
	de meditación y labor.